11 de agosto de 2007
LEALTAD AL PADRE O A LA MADRE
La Lectura es la no vida. Es evasión y reflexión. O puede ser vivir a través de otros. Como siempre los buenos libros nos cuestionan y nos mandan a la lona. Y tu, a quién eres o fuiste más leal, a tu padre o a tu madre?. Aun los más perfectos progenitores te dejan el encargo: ¨que tu madre no se entere¨, ¨que tu padre no sepa¨. Una simple cuestión de lealtad en la infancia te convierte inocentemente en un traidor. El jueguito perverso se hace realidad. Muchacho: que nadie se entere que te estamos cagando la vida. Tarde o temprano esa sensación de que faltaste a uno de los dos te viene a cobrar. Y aunque entiendes que eres totalmente inocente, tienes una condena, y que mierda, asi no más es la vida¡.
En Incendios de Richard Ford, el padre es un instructor de golf del único campo de la ciudad, que se enfada con el dueño y queda cesante mirando TV. La madre, dueña de casa austera, sale a buscar pega a la tiendita de ropa. Obtiene el trabajo y un amante. El muchacho, es el espectador adolescente.
Frente al inminente desastre, como buen héroe, el padre decide optar por un empleo mínimo a cientos de kilómetros apagando incendios forestales. El romance de la vieja es evidente, y cuando el padre llama para preguntar como anda todo, el muchacho asume su rol ¿sapo o alcahuete?. Maravillosos padres, como casi todos los padres que somos o seremos.
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