28 de julio de 2008

Las insignificantes y divertidas aventuras de un tipo normal.


Conejo de Viaje
Liniers
$ 9.500
Dicen que los escritores viven a través de sus personajes, que recrean aventuras que son incapaces de emprender. Odiseas y viajes rescatados de otros tipos que si se atrevieron. Liniers se inventó un conejo, que se llama Conejo, que es felizmente casado con Angie, que tiene un hijo, que dibuja para llegar a fin de mes y que parece estar totalmente satisfecho con lo que hace. Las verdaderas aventuras de Liniers consisten en comprar correctamente los pañales indicados por su mujer, en cambiar la rueda de su auto cuando se pincha, en destapar el infame WC, y esperar el anochecer del domingo para ver un nuevo episodio de la serie del HBO.
Conejo de Liniers, va por los 35 años y cada cierto tiempo debe hacer acto de presencia en las varias revistas hispanoamericanas en las que colabora. Esto lo obliga a viajar y a tener amigos en diferentes coordenadas del mundo. Mientras se desplaza, en vez de anotar ideas, dibuja los paisajes que recorre, siempre desde las orejas de Conejo.
Sus amigos lo invitan a todo tipo de mesas redondas sobre el arte de dibujar caricaturas, y aunque se duerme, asiste con regularidad. Podríamos intuir que le gusta viajar porque le encanta volver a su casa, con su mujer y con su hijo, antes del atardecer del domingo, como siempre, para no perderse el nuevo capítulo de la serie.
El conflicto de Conejo es generalmente con sus personajes. Un par de veces se han negado a trabajar, y cada cuanto amenazan con sindicalizarse. Incluso lo lincharon por un final inadecuado. En venganza, Conejo les sacó la cuadrícula del comics, los dejó sin gravedad por la impertinencia.
Hasta la publicación de “Conejo de Viaje” el alter ego de Liniers era un secundario, uno más de la galería de personajes creados por el argentino. Pero en este libro, editado por Reservoir Books, Liniers se da un preciado lujo por estos días, admitir que su vida es total y absolutamente normal.

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Domingo de Separado


Derrumbe
Daniel Guebel
Mondadori Argentina
$ 9.000
188 páginas

Si estás en medio de una separación amistosa, madura y racional esta no es una buena novela. El protagonista es un completo inútil que endosó en su mujer la responsabilidad de vivir. Ahora que ella lo deja no tiene más remedio que pasar el día consigo mismo. Es un tipo autocompasivo que usa pantalón café, camisa verde y vestón azul y no entiende muy bien por que el mundo lo desprecia. Ama a su hija, por sobre todo ama a su hija. Separarse físicamente de la niña es lo que le corta la respiración.
La novela se lee en una noche, y si no era de insomnio ahora lo será. El espeluznante mundo de los domingos de divorciados, es casi tan terrorífico como el mundo de los feriados de divorciados.
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El Planeta de los Yiddish



El Sindicato de Policía Yiddish.
Michael Chabon
Editorial Mondadori
$9.500
428 páginas

Landsman “tiene la memoria de un convicto, las pelotas de un bombero y la vista de un desvalijador de casas”. Es además el policía que protagoniza la última novela de Michael Chabon, el laureado autor norteamericano que tiene más de 45 años y que el mundo sigue creyendo menor de 20. Es posible que sus libros asuman riesgos juveniles que sus contemporáneos prefirieron evitar y desde ahí surjan los prejuicios. A pesar de tener colgado en su escritorio un premio Pulitzer, y de rechazar la oferta de modelar para las tiendas Gap, Chabon escribe una novela negra, de arquitectura policial perfecta, una historia que resolvió en su cabeza antes de escribirla.
Esta vez el pueblo judío tiene su reducto en Alaska, Judialaska según el peyorativo neoyorkino, gracias a la concesión temporal de los aliados luego de la sangrienta expulsión de Jerusalén en 1948, en el frustrado Estado de Israel que no alcanzó los tres meses. Pero este beneficio también termina y desde ahora su independencia será administrada por los verdaderos dueños. No se trata de un conflicto bélico. Y aunque el autor hable juguetonamente de la “franja de Alaska” no hay uniformes marciales ni terroristas en el relato. Toda la sangre fue derramada en el Holocausto y luego en oriente medio. La reservación sionista tiene el mismo cuidado que un arrendatario le brinda a un departamento alquilado, ninguno, a pesar del boom económico judío que obviamente aterra a los vecinos de turno.
El proceso “Revocatorio” está en marcha y es lo que concentra la atención de los judíos, es en este escenario en el que se produce el crimen del vecino de habitación del policía Landsman. Solo a un tipo sin vida, y obseso con la profesión, podría importarle resolver el enigma cuando todos miran deprimidos una vez más el cambio de bandera.
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