21 de abril de 2008
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Y te diré: Que nadie sabe nada de nadie. Que la vida está en otra parte. Que siempre se puede estar peor. Que el mundo no gira en torno a ti. Que siempre hay alguién mejor que tu. Que eres igual que otros docientos millones de chinos anónimos. (Si lees esta letra miserable, seguro eres abogado.)