8 de octubre de 2007
Un clásico instantaneo.
El título fue la definición de un buen columnista que nos descubrió recientemente. Somos la misma vieja librería llena de rincones, pero ahora con un resto más de presupuesto, o mejor dicho con presupuesto. Muchos temieron que el óptimo servicio y el gran espacio nos convirtiera en una FNAC, ya lo quisieramos, pero aspiramos a tener la variedad de libros que entran en un super, y la misma estúpida honestidad para sospechar de otros miles, pero que igual estamos dispuestos a vender
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